Cuautitlán, Méx. – Lo que solía ser una relación tensa y distante entre autoridades y personal sindicalizado dio un giro significativo. Este jueves, en un ambiente de diálogo franco, trabajadores sindicalizados del Gobierno Municipal de Cuautitlán no sólo fueron escuchados por la presidenta municipal, Juanita Carrillo, sino que al finalizar el encuentro, expresaron abiertamente su reconocimiento por su apertura, compromiso y sensibilidad social.
Reunidos en el Salón del Pueblo, la alcaldesa dialogó directamente con los trabajadores sobre temas sensibles como sueldos, prestaciones, equidad salarial y condiciones laborales. Lejos de evasivas o discursos formales, Carrillo respondió con claridad y firmeza: su gobierno, dijo, trabaja bajo los principios de justicia social y austeridad, buscando corregir excesos del pasado y avanzar hacia un sistema más justo y equitativo.
“Yo creo en la justicia social porque vengo de un movimiento de lucha. Hoy estamos corrigiendo excesos del pasado para que quienes ganan menos puedan tener condiciones más justas”, expresó la alcaldesa ante decenas de trabajadores.
Durante la reunión, también se abordaron temas específicos como el premio de puntualidad y los mecanismos de acceso a la sindicalización, aspectos que, según los propios trabajadores, habían sido ignorados durante años. Carrillo reiteró su compromiso de no permitir el uso político del poder sindical, y en cambio, establecer una relación institucional basada en el respeto y la transparencia.
“En este gobierno no se necesita manifestarse para ser escuchado. Aquí las puertas están abiertas para quienes trabajan con honestidad y compromiso”, afirmó.
El encuentro cerró con aplausos y muestras de apoyo por parte del personal sindicalizado. Algunos expresaron que, por primera vez en años, sienten que hay un gobierno dispuesto a escucharlos sin condicionamientos, y que los cambios ya se reflejan tanto en lo interno como en el servicio a la ciudadanía.
Con este gesto, la presidenta municipal consolida su imagen como una aliada del trabajador público, enviando un mensaje claro: el diálogo, la justicia laboral y el respeto mutuo son ahora la base de la relación entre gobierno y sindicato.
