Edición 377
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La revocación de mandato y sus lecturas para el estado de México en 2023:Marco A Oviedo

La revocación de mandato y sus lecturas para el estado de México en 2023

Marco A Oviedo

El pasado 10 de abril, la nación vivió un ejercicio inédito al llevarse a cabo una consulta de revocación de mandato que pretendió poner a votación de la población, la permanencia o salida, en el gobierno del actual, del todavía presidente Andrés Manuel López Obrador.

Fue un evento inédito por diversas situaciones. En primer lugar, porque quien promovió esta consulta de revocación, fue el propio partido en el poder, a través de una supuesta organización civil. Una segunda situación también inédita es que todo el poder del Estado, encabezado por el presidente Andrés Manuel, se volcó a promover la participación ciudadana en esta consulta, la cual nadie había solicitado de manera espontánea o por oposición al régimen actual y sus pésimos resultados. Una situación más es, que los partidos de oposición al gobierno nunca estuvieron interesados en promover dicha consulta y por el contrario a cualquier lógica, más bien se dedicaron a desalentar la participación social y con ello, demostrar que la revocación de mandato es una farsa.

Los resultados de esta consulta no fueron los que se esperaban, ni para el gobierno federal y sus aliados en los estados y municipios ni para la oposición al gobierno. Pero lo más triste en todo este fallido ejercicio de consulta es que ante los ojos de millones y millones de mexicanos, un valioso instrumento constitucional que, en el futuro pudo servir para castigar a los malos gobernantes, tuvo como fin último, el cesto de la basura. Ese es, a final de cuentas, el pírrico triunfo para quienes, de uno y otro bando, disfrutaron el resultado final de esta mal llamada consulta de revocación de mandato.

Sin embargo, para fines netamente electorales o electoreros, este ejercicio de votación ciudadana da mucha tela de donde cortar, principalmente para los estados en que habrá elecciones este año y en 2023, y tal vez, alcance para influir en la definición de la eventual candidatura de Morena para 2024.

Para el caso específico del estado de México, los resultados fueron muy halagadores para los morenistas mexiquenses y sus principales líderes estatales y regionales. En nuestra entidad, se logró una votación superior a 1 millón 750 mil en favor de AMLO, y si bien en la numeralia estos resultados son menores en más de 100 mil votos a los obtenidos en la elección para gobernador de 2017 y en más de 500 mil votos que los logrados en 2021 como coalición, es muy importante tomar en cuenta que sólo se instalaron casi el 50 por ciento del total de casillas que se instalarán en la elección para gobernador de 2023.

Para el análisis, es necesario señalar que este número de votos se obtuvieron en un escenario insólito, en el cual prevaleció todo el poder del Estado; utilizando todos los recursos públicos para promover la consulta y para movilizar a los votantes; con un árbitro, el INE, maniatado, sin recursos y sin el interés requerido para vigilar la legalidad de la elección, y sin una representación total en las casillas por parte de los partidos de oposición. Es decir, como se cataloga en la narrativa oficial de la 4T, lo del pasado 10 de abril, fue sin lugar a dudas una Consulta de Revocación de Mandato de Estado.

No obstante, la cifra de 1 millón 750 mil votos de Morena, con menos de la mitad de las casillasinstaladas, debería inquietar a los partidos de oposición (PAN, PRI y PRD) y motivarlos al análisis de las posibilidades de triunfar en 2023. El PAN solo o en alianza con el PRD, no harían nada y sólo contribuirán a que Morena tenga mayores posibilidades de ganar la gubernatura. El PRI podría ser un contrincante competitivo y tendría grandes posibilidades de continuar gobernando la entidad mexiquense, sólo si AMLO continúa a la baja en sus niveles de aceptación y si el presidente no logra desaparecer el INE. La aritmética electoral ya les funcionó al PRI-PAN-PRD, tanto en el estado de México como en otras entidades. Por lo tanto, no habría por qué no concretarlo en 2023. 

La semana pasada hablaba sobre un trascendido, en el que los más altos dirigentes del PAN pusieron sobre la mesa de negociaciones la candidatura de la Ciudad de México para 2024. Pues los resultados de la consulta de revocación de mandato obtenidos en la capital del país, gobernada por Claudia Sheinbaum, son más que suficientes para firmar el acuerdo e ir en alianza en el estado de México para 2023.

Es cierto que en el ánimo de los electores puede influir los resultados de las elecciones de este año, pero para el caso particular del estado de México, cualquier candidato de Morena jamás podrá ganar la gubernatura, ante un voto duro de la alianza PRI-PAN-PRD, superior a los 3.5 millones de votos. Porque en un escenario vigilado y dentro de la ley, Morena no superará los 2.5 millones de votos.

Ante este escenario, la interrogante es, ¿quién será la candidata o candidato de la alianza PRI-PAN-PRD?.Es obvio que no será Enrique Vargas del PAN ni mucho menos algún allegado del dirigente nacional del PRI, como se ha querido especular. Quien candidatee esta alianza, deberá ser una figura de alcances estatales, con ascendencia en las estructuras y líderes locales y regionales del PRI, con imagen y liderazgo.

No hay mucho de dónde escoger, y muchos ya saben quién será la cabeza de esta alianza. Los nombres están en la mente del gran elector y este año lo sabremos.

marcoov57@yahoo.com.mx

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